¡Hola a tod@s otra vez!
A lo largo de las últimas semanas hemos estado hablando un poco acerca de cómo redactar un CV impecable y de cómo escribir nuestros datos en diferentes perfiles para nuestra búsqueda de empleo utilizando las herramientas que la red de redes, Internet, pone a nuestro alcance hoy día.
Llega ahora el momento de tratar el último punto que suele suponernos un problema en el momento de buscar empleo: la temida carta de presentación. Voy a intentar ayudaros un poco con esto a través de mis experiencias.
CARTAS DE PRESENTACIÓN: REALIDADES Y MITOS
A diferencia de un CV o de introducir información en un perfil en un portal de empleo, a la hora de redactar una carta de presentación sí que, en teoría, necesitamos echar mano de nuestra creatividad. No tratamos de recopilar una serie de fríos datos sobre nosotros mismos, sino que al contrario tratamos de darle algo de calor, chispa y humanidad al perfil que hemos desarrollado para estimular el interés y la curiosidad del reclutador/a o del ofertante de empleo al que nos dirigimos.
«…a la hora de redactar una carta de presentación […] necesitamos echar mano de nuestra creatividad…»
Y eso no es fácil. Es más, puede resultar bastante paralizante. En especial si pretendemos personalizar cada carta que realicemos para cada oferta a la que nos presentemos.
Los primeros problemas que nos vamos a encontrar, aparte de no saber ni por dónde empezar a redactar la carta :(, tienen que ver con decidir el estilo que vamos a usar, la longitud de la carta, qué información relevante queremos destacar y cual omitir, y cómo darle al mensaje un algo que lo haga destacar entre el resto.
Mi experiencia: como no soy ni seré nunca un escritor afamado, y no entra dentro de mis virtudes la escritura de prosa de calidad, el proceso de redactar una carta de presentación a mi se me antoja bastante frustrante y cuesta arriba. Y, para qué negarlo, siento que pierdo mi tiempo cuando intento redactar una carta personalizada.
«…el proceso de redactar una carta de presentación a mi se me antoja bastante frustrante…»
Esta es, parar bien o para mal, la realidad de muchos de nosotros/as. Si todos fuésemos brillantes escritores no estaríamos solicitando un puesto de contable, ¿no?.
Ahora bien, el mito es que es estas cartas son clave para destacar y llamar la atención de los reclutadores… algo que, a lo largo de lo vivido en los últimos meses, yo he empezado a dudar seriamente. Luego me explicaré, pero antes…
CÓMO AFRONTAR LA CARTA DE PRESENTACIÓN
Cuando estuve trabajando en mi perfil con mi consultora ella me ayudó a recopilar toda la información necesaria sobre mi experiencia profesional, cómo darle un aire serio y proactivo, y finalmente cómo redactar una serie de documentos con esta información para hacerla brillar: un buen CV, texto para usar en mis perfiles, y finalmente una carta de presentación.
Juntos elaboramos una carta fenomenal con toda la información que, utilizada como base, podía adaptarse a cada oferta a la que aplicase quitando (en general) los trozos que no supusieran una gran ventaja para el empleador, con ánimo de mantener la carta algo más breve.
En general, llegados a este punto os recomiendo que en principio redactéis una carta detallada, en estilo formal sencillo y NO PEDANTE (evitemos fruslerías gramaticales), indicando:
- Qué oferta solicitáis
- Porqué os interesa
- Porqué creéis que encaja con lo que sabéis hacer: indicamos aquí nuestras aptitudes, cómo las desarrollasteis (experiencia profesional previa, estudios, etc.) y qué podemos aportar en particular a la empresa a la que nos dirigimos
- Cierre invitando a establecer contacto con vosotros en tal dirección de correo o tal teléfono (en este último caso, recomiendo incluir horario en el cual estaremos disponibles para contacto, compatible con los horarios de las empresas a las que nos dirijamos claro)
Que ocupe una cara de un folio DIN A4 máximo, a ser posible. Como dije antes, esta carta nos permitirá jugar de cara a minimizar el trabajo futuro.
Aunque todavía no hemos terminado…
PROBLEMAS EN EL PARAÍSO
Bueno, tenemos nuestra carta enoooorme con todos los detalles, pulida y llena de proteínas. Todo parece genial: vamos a copypastear el texto en todas las ofertas que solicitemos y, cambiando esto y lo otro, lo tenemos hecho.
Pronto descubriremos un problema: en muchos sitios, el espacio permitido para incluir un texto de introducción personal es sensiblemente más corto que lo que ocupaba nuestra carta. Es demasiado texto. No bueno.
«…el espacio permitido […] es sensiblemente más corto que lo que ocupaba nuestra carta…»
Además, incluso si tenemos espacio suficiente para todo el texto existe la posibilidad de que caigamos en una sibilina pero mortal trampa: aparecer como sobrecualificados.
Seamos sinceros/as. Si somos un reclutador y tenemos que examinar tochocientos perfiles al día, y todos y cada uno de ellos vienen de gente que se cree la bomba y te escriben esas parrafadas infumables, pues te entran ganas de suicidarte por la vía rápida :$. En otras palabras: ese tocho no se lo va a leer nadie, y lo que es peor, puede jugar en nuestra contra enviar todo ese texto tal cual, sin importar lo «pulido» que esté.
«…ese tocho no se lo va a leer nadie, y lo que es peor, puede jugar en nuestra contra…»
¿Es entonces un desperdicio hacernos esa carta tan larga?. NOOOO.
Lo que tenemos que hacer es usarla de plantilla y, cuando apliquemos a una oferta, deshacernos de todo el texto que no nos ayude a despertar el interés del reclutador, quedándonos con 2 parrafitos de 4 o 5 líneas máximo cada uno. De esta manera no tenemos que redactarlos desde cero.
«…usarla de plantilla y […] deshacernos de todo el texto que no nos ayude…»
Esas serán las cartas que debemos adjuntar con nuestro CV cuando apliquemos a una oferta. Breves, concisas y al grano, no queremos aturdir a nadie con una ensalada de letras.
Aunque existe una tercera opción…
DEV=NULL (VOID)
El título de este epígrafe no es una errata ni nada por el estilo. Esto que os voy a plantear ahora os puede parecer impensable pero es lo que yo estoy haciendo ahora mismo, y me funciona.
He dejado de enviar cartas de presentación como tales cuando aplico a ofertas de trabajo.
En general creo que resultan reiterativas, no son leídas por los reclutadores (aunque digan que sí, mentirosillos/as :D), son algo que nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos pero que no nos ayuda demasiado a conseguir la entrevista, y en general simplemente añaden ruido a la comunicación.
Recordemos que queremos dar una imagen de profesionales, gente que va al grano y se centra en lo que resulta efectivo en el trabajo.
Hoy en día casi no envío cartas de presentación. Simplemente me dedico a resaltar brevemente mi interés por la oferta X, el tipo de profesional que soy, e invito a contactar conmigo de las maneras A, B o C. Incluyo teléfono y horario de contacto recomendado. Y eso es todo.
«Hoy en día ya casi no envío cartas de presentación…»
Con esto consigo no pasarme de listo y no disminuir mis opciones con un exceso de texto, la concisión indica que valoro el tiempo de otras personas y transmito que mi tiempo está bastante ocupado también, y dejo que mi CV y mis perfiles hablen por mí. Si no les intereso, la carta no lo va a arreglar (recordemos que no somos ningún premio Nobel de literatura), y si les intereso de todas maneras mirarán mi perfil en LinkedIn y no se leerán la carta, osea que…
Esto es lo que yo estoy haciendo actualmente. Os recuerdo a todos/as los que me leéis que no estáis en ningún caso obligados a seguir mi ejemplo. Si seguís con ganas de redactar vuestra carta de presentación, os he dado unas buenas pautas con las que podemos trabajar y conseguir una decente.
«Os recuerdo […] que no estáis en ningún caso obligados a seguir mi ejemplo..»
DESPEDIDA
Bueno, hemos llegado al final de esta serie de post sobre búsqueda de empleo en Internet. He disfrutado mucho contandóos mis experiencias en el tema y lo que, humildemente desde mi punto de vista, creo que funciona y lo que no, con ánimo de ayudaros a ser más efectivos y utilizar mejor vuestro tiempo en esta, de por sí, ardua y ominosa tarea.
Espero haberos sido de ayuda, para lo que necesitéis aquí me tenéis, no dudéis en contactarme.
Saludos,
Adrián